Jornada "Enseñar Ciencias Naturales en los primeros años de escolarización". Organizada por el Instituto Superior Sagrada Familia.

Fundamentos:

Enseñar Ciencias Naturales siempre ha sido un desafío para los docentes, y por ello, muchas veces esta acción se limitó a un intento transmisivo de conocimientos científicos acabados. Sin embargo, si tan solo pudiéramos comprender que las Ciencias Naturales pueden ser una aventura al pensamiento científico, una puerta que invita a desarrollar la curiosidad, pensar por uno mismo y mirar el mundo con nuevos ojos (Furman y De Podestá; 2022), ojos curiosos listos para hacerse preguntas, les daríamos nuevas oportunidades a los estudiantes.

      Nuestra responsabilidad como docentes es ser un medio para que los niños exploren nuevas formas de conocer el mundo natural, con prácticas que promuevan el pensamiento científico, orientándolos a la observación, a encontrar regularidades, imaginar posibles explicaciones, intercambiar ideas, reflexionar sobre lo aprendido (Furman, Jarvis, Luzuriaga y de Podestá; 2019).

      Según Goncalves, Segura y Mosquera (2010) aprender ciencias es un derecho porque permite el desenvolvimiento de ciudadanos activos, críticos y autónomos, y, por lo tanto, ningún docente debería coartar.

Mediante las observaciones de prácticas docentes y las propias reflexiones pedagógicas de experiencias durante el trayecto formativo en la escuela, coincidimos con las autoras anteriormente mencionadas (2010) en que hay poca presencia de ciencias tanto en el nivel inicial como en los primeros años del nivel primario debido a la escasa demanda social respecto a la enseñanza de las ciencias, y esto se evidencia con el protagonismo que se les da a la lecto-escritura y matemática. Pero también hay muchos mitos en torno a las capacidades de los niños en aprender ciencias, mitos que debemos ir deconstruyendo porque se basan en una idea tradicional de las ciencias como verdad absoluta y acabada.

Hay una gran necesidad de ocuparnos en la enseñanza de las Ciencias Naturales desde un enfoque por indagación. Este enfoque implica “que los niños puedan mirar el mundo con ojos científicos y tengan a su disposición una serie de herramientas de pensamiento crítico y autónomo, como la posibilidad de hacerse preguntas e idear maneras de poner sus ideas a prueba” (Furman y De Podestá, 2022: 12). Porque en nuestro currículum oculto, llevamos al aula el resultado de una experiencia poco profunda con la naturaleza de hacer ciencia y esto conlleva temores a salir de la zona de confort, de lo controlable para disfrutar de descubrir y experimentar, de lo tal vez, desconocido.

Es importante fundar las bases en los primeros años de escolarización porque es allí donde los estudiantes traen una curiosidad innata. Pero esa curiosidad hay que trabajarla para que se potencie mediante herramientas que promuevan el pensamiento científico para conocer cómo es el mundo natural que nos rodea. Es frecuente escuchar a los docentes decir que las ciencias naturales es un área difícil de trabajar, que no saben qué experimentos proponer o cómo plantear una situación lúdica en el espacio de juego trabajo, porque les son insuficientes los conocimientos que poseen (García; 2011: 31) por este motivo resulta importante nutrirnos de conocimientos, ideas y propuestas didácticas que se pretenden abordar en este curso para lograr un cambio en la paradigma de la enseñanza de las Ciencias Naturales en nuestra provincia aprovechando su riqueza biológica.

       En el Diseño Curricular Jurisdiccional de Nivel Inicial y Primario, el área de Ciencias Naturales se ensambla principalmente con el de ciencias sociales y en determinados proyectos institucionales, con otras áreas como arte, literatura y matemáticas. Esta posibilidad de un aprendizaje integral resulta enriquecedora si se acompaña de un enfoque por indagación donde se ponga en juego las habilidades del S. XXI y capacidades científicas.

Por todo ello, esta propuesta de formación docente continua no es solamente una forma de adquirir conocimientos que aporta a nuestro profesionalismo, sino que, al poner en práctica el formularse preguntas, hacer predicciones, inferencias y experimentar, alimentan nuestra propia curiosidad que muchas veces se ve apagada por la rutina y el aprendizaje tradicional. Y en este sentido debemos comprender que cuando dejamos de ser curiosos, dejamos de aprender.

Objetivos:

Objetivos generales:

• Proveer conocimientos y herramientas para la enseñanza de las Ciencias Naturales en los primeros años de escolarización.
• Presentar propuestas didácticas para promover el pensamiento científico en los niños.
•  Valorar la importancia de las Ciencias Naturales para estimular la curiosidad natural de los estudiantes.

Objetivos Específicos:

• Reflexionar sobre las prácticas docentes con relación a la enseñanza de las ciencias naturales.
• Conocer la naturaleza de las ciencias y capacidades científicas para enseñarlas de forma práctica.
• Fortalecer las habilidades pedagógicas para abordar contenidos de ciencias Naturales que estimulen el pensamiento científico.
• Crecer personal y profesionalmente en el enfoque por indagación de la enseñanza de las ciencias naturales. 

Temario:

Sin especificar